Hoy en día no dejo de escuchar lo mismo en uno y otro país: "Vivimos en una democracia, tenemos el poder..." o "Hemos de acabar con estas dictaduras y transformarlas en democracias" o bien "Somos un país democrático, justo e igualitario"...
Democracia, si, todo democracia. Sacando el término de una enciclopedia online como es la wikipedia, podemos leer: "Democracia es una forma de organización de grupos de personas, cuya característica predominante es que la titularidad del poder reside en la totalidad de sus miembros, haciendo que la toma de decisiones responda a la voluntad colectiva de los miembros del grupo." Es decir, en pocas palabras, si el grupo de personas somos nostros, los españoles, la democracia debería otorgarnos el poder como pueblo que somos. Lo mismo debería aplicarse o bien a los franceses, a los ingleses... y un largo etcétera de estados que dicen ser democráticos. Sin embargo, pensemos un momento: ¿Realmente a nuestro alrededor existe alguna democracia verdadera? Actualmente, el concepto en nuestro día a día se limita a la elección de nuestro representante, nuestro presidente, aquel que (si, acompañado de unos pocos) toma las decisiones que cree correctas y necesarias. Nosotros le votamos por promesas ciegas, dejamos nuestra confianza en sus manos y de este modo nuestro destino al igual... ¿Pero acaso tenemos la verdadera capacidad de decidir que haga algo con él o bien que no lo haga? Obviamente no. Una vez está en el poder todo lo que podemos hacer es ponernos en su contra, y por mucho que hagamos para ese momento aquel que haya sido elegido ya se aferra al poder como una lapa... es decir, no lo va a soltar facilmente.
Siendo lógicos, la verdadera democracia, el gobierno en el que todo el pueblo pudiera elegir realmente su futuro es una utopía. ¿Porque? Somos humanos, simplemente. Como humanos que somos siempre tendremos nuestras diferencias, siempre habrán unos que quieran aprovecharse de otros y deseen imponer (ya sea por la fuerza o no) su ideal, mediante una dictadura si es necesario. Pensar que una sociedad puede estar compuesta por seres perfectos que no mantienen discusión alguna entre si, reitero mis palabras, es hoy por hoy completamente inverosímil, imposible, irreal.
Somos unos pocos controlados por un número aún menor de semejantes (porque no son más que eso, semejantes a nosotros mismos), y de momento no estamos haciendo nada para remediarlo.
Por eso yo me niego rotundamente a apoyar una política de falsedad, una nación que defiende una igualdad ilusoria. Si, por el momento es lo más cercano a la justicia que tenemos, pero eso no quiere decir que no debamos tratar de alcanzar algo más... luchar por ese algo que necesitamos... nuestra libertad.
No apoyaré todo aquello que me perjudique.
No facilitaré que me manipulen.
No aceptaré la injusticia simplemente porque me rodee.
Creo que ya es hora de acabar con esta oligarquía...
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